Los Carnavales acaban de llegar a su fin, y en poco tiempo llegará el comienzo de la nueva estación, la primavera. Ya sabéis lo que se suele decir: «la primavera en Sevilla es una maravilla», y «la primavera la sangre altera». Tras pasar toda mi vida en Sevilla, os puedo asegurar que las dos frases son ciertas, y que no hay nada mejor que estar alterado en plena capital andaluza.
En Andalucía, cuando llega el buen tiempo, a todo el mundo le apetece tener sexo. Y lo mejor de todo es, que en esta ciudad, se puede hacer realidad ese deseo de muchas maneras y en muchos lugares. Empiezan los universitarios con sus fiestas de primavera, que a veces son un auténtico desfase en lo que se refiere a sexo y alcohol, al parecer viéndose venir la época de recato que llegará pronto con la Semana Santa; y a esta gente poco le importa si son unos exhibicionistas o no, buscan los lugares que mejor les viene y ahí se lanzan al desmadre todo lo que pueden.
Las orillas del río Guadalquivir empiezan a llenarse de gente, mayormente jóvenes aunque puede encontrarse de todo, que quiere disfrutar del aire libre y del buen tiempo, y entonces las señales de cariño, y quizá de algo más, se hacen evidentes. Las parejas se tumban por doquier y empiezan a besarse sin importarles que haya gente delante, y los que no lo son, pronto se buscan a alguien para hacer lo propio.
También los parques, vacíos durante el invierno en cuanto empezaba a caer el sol, vuelven a llenarse de familias que desean disfrutar del sol, ahora que todavía es benévolo y no abrasa cuando está en su cenit. Y después, cuando llega la noche y se van, son las parejas las que abandonan las riberas del río y se asientan en ellos, aún disfrutando de la tierra caliente y de una temperatura óptima para estar al raso, y con muchas ganas aún de permanecer al aire libre para dar rienda suelta entre la oscuridad a sus ganas de sexo.
Claro que también empieza la época de las grandes fiestas multitudinarias al aire libre, los conciertos de música clásica o moderna, y los cines que empiezan a programar sesiones para horas más tardías, esperando a un público al que no le importa trasnochar algo más y buscar diversiones en las horas nocturnas. También estos lugares son perfectos para el sexo, y a ver quién puede decir que nunca ha tenido un rollo loco de una noche cuando en su juventud ha asistido a alguno de estos eventos.
La época del romance y la pasión en Sevilla esta a la vuelta de la esquina, amigos, en todas las vertientes que se os puedan ocurrir. ¿Os la vais a perder? Si todavía tenéis dudas, no dejéis de mirar este vídeo: